Discurso

Manifestación

Autores
Identificador
852140
Fecha de publicación
1912
Forma obra
Texto
Lugar de producción
Cúcuta: Imp. de El Bien Social, 1912
Idioma
español
Nota de edición
Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
Materias
  • Geografía e Historia; Geografía e Historia / Historia general de América del Sur
Notas
  • Dominio público
  • Cúcuta (Colombia)
  • Sociedad Gremios Unidos; Aniversarios; Discursos; Homenajes
  • -2- vida CU-yO se<'"Y' un- do á y a~ocia­dos; y el .~ y 105 al intelectual, al industrial y al obrero y y vlnculo; á y á familia cucu­teña y trabajo. esta Sociedad el ambieme de las virtudes regio­nales • Debe su "ida la Sociedad cuyo segun­do aniversario conmemoramos un colectivismo ilustrado recto. No presidió su nacimiento el espíritu del mal que quisiese por intermedio de alguno de sus iniciadores poner al servicio de in­tereses personalistas la buena fe de los ni que pretendiese levantar en un gremio honorable el estandarte del egoísmo preconizar aislamiento del resto de la comunidad. Oue .J fué el espiritu del bien el que presidió su naci-miento lo prueba el número la calidad de los elementos que en ella actúan: vense aquí al co­merciante, -' ohrero en confraternal consorcio; es decir, los gremios unidos representando al socialismo cristiano, ese socialismo que no alimenta la envidia de castas ni de fortunas, sino que genera en todas las ca­pas sociales por la buena educación, por el culti­vo de los entendimientos, por la virtud privada, por la igualdad legal, por el continuo trato por el bienestar común; ese socialismo cristiano que ha hecho de Cúcuta una de las más florecientes felices ciudades de Colombia. Somos aquí ocho:ientos consocios; cada uno representa una familia; dando {, cada familia por término medio cinco individuos, resultamos cuatro mil habitantes de Cúcuta unidos por un mismo vínculo; pero si se atiende que cada fa­milia tiene sus ramificaciones cada individue un hermano espiritual cuando menos, se llega ló­gicamente la conclusión de que esta Sociedad es la representación genuina de la fam ilia cucu­tena unida para las artes de la paz para los go­ces honestos del trabajo_ No nos revela únicamente la aparición de "irtudes en un medio propicio á estas manifestacio­nes del espíritu pú blico, sino que coincidió ó pro- -4- trato, la falta de comunicación entre los hom­bres! Acercad individuos que no han estado jamás juntos, y que sinem bargo antipatizan; ha­ced que se hablen, apesar de que nunca se ha­yan dirigido un s?.ludo, y I~ mayor parte de las veces esos hombres que se repelían mutuamente terminarán por estimarse y por reconocer lo in­fundado de sus gratuitas prevenciones. Eso se "é todos los días en la vida privada y en lz.. vida pú­blica. Por tanto, en los bancos de la Sociedad "Gremios nidos" se realiza la más hermosa ' De ahí que nadie puede traspasar las puertas de este local sin ántes abandonar sus egoísmos persona­les; y, una vez dentro, no se le pregunta á qué filiación política pertenece, ni qué religión profe­sa: porque respecto á lo uno basta que sea ciu­dadano correcto, y respecto á lo otro que sea hombre bueno, que es lo mismo que ser grato á Dios. Esta socierl.ad no ha laborado tampoco úni­camente por el ensanche de la sociabilidad, sino también por el esplendor del colectivismo, supre­ma fórmula de los intereses privados y público~ en los Estados modernos. Los medios que ha puesto en juego en desarrollo de su plan son los que ha postulado la civilización y la ciencia. Ra tendido al mejoramiento intelectual de Jos asociados. Para ello ha establecido la Escue­la l'\ octurna, el segundo taller del obrero actual­mente en muchas ciudades de la Eepú blica; plan­tel que tiene que sobrecojer de respeto y admira­ción todo aquel que alcance medir el sacrifi­cio que hace un trabajador al emplear la~ horas que le quedan de esparcimiento y de descanso muscular en una faena que exige desgaste de energía mental, cuando h naturaleza reclama r-e­parador sosieg-o; á todo aquel que alcance {l com- , á á s?ludo, hr prevenciones, 'l;:., U m{lS hermosa" trascendental de las conjunciones sociales. De; que ot(O hom bre ;l laburado !:'ociabilidad, pú blir:oo' Ha los Nocturna, l\epú bEca; respeto)' admira ción á á hora" lll uscubr cn e r~ía cuanuo r.e- • pa rad or qnealcance á • • r ha descuidado lo que propenda al fomento de los intereses materiales de los asociados, intereses cuya influencia tánto se hace sentir en el estado moral y en el porvenir del hombre. Ha querido tener para casos desgraciados un fondo de reser­va cOn qué auxiliar á sus hijos sumidos en la ex­trema pobreza y en el duro trance de una enfer­medad. Sobre todo, ha querido precaver la des­gracia de la ruina, fomentando el ahorro, eterna base de la riqueza privada y del bienestar co­mún. En nue~tra vida doméstica puede observar­se un fenómeno que tiene que confundir á quienes lo penetren con criterio analizador; es este: las una generación á otra. Podrá ser Psto causa de torpeza, de incuria ó de inseguridad civil, pero en todo caso revela lo imperfecto de nuestra edu­cación y de nuestro medio. Para evitar ó neutra­lizar los efectos de esos siniestros cam bios de las fortunas de las familias los Bancos de Ahorro son la institución por excelencia. Un preclaro l\Iinis­tro protestante, el Reverendo Guillermo :\Iarsh, quería poder escribir de un extremo á otro del firmamento, en letras de oro, estas solas pala­bras: BANCOS DE AnoRRo. Menos idealistas nOs-útros, podríamos querer que el "ahorro" figura-se entre las virtudes teologales y los mandamien­tos de todas las Iglesias. Otro aSPecto interesante de esta Sociedad" es lo que podríamos llamar la política del buen sen­tido. Su neutralidad en la política de partido en consideración á las distintas opiniones de sus miembros, no ha equi'alido á una abstenciúIl censurable de los <1 suntos públicos, todo 10 con­trario : ar¡uella le ha sen'ido para terciar en cue,;­ti () n(' ~ de interés general con la autoridad que se IU l1rb l n el desinterés privado y con la eficacia que impone toda inten'encilln I'atri()tica . • nuef'tra fortunas particulares pocas veces se trasmiten de for! unas Minis­tro Reyerendo AnoRRO. l\Ienos nOs­útros, figura­se asp~cto Sociedad e'i 10 p:lftido ,.;us absteneiún asuntos lo con­trario: afll1ella terriar cue,,­tiones ¡.,eneral flue ¡un(1a t uef'interés pri,'ado eClll 'IUC ill11'0ne t0da intcn'encil\l1 l'atri'ltic:1
  • Discurso pronunciado en la Sesión Solemne con que el 2 de enero de 1912, la Sociedad Gremios Unidos, celebró el 2o. aniversario de su fundación.
Enlace permanente
https://www.cervantesvirtual.com/obra/discurso-852140
Enlaces

Exportar

  • RDF
  • JSON
  • BibTeX

Realizar otra búsqueda