Mensaje del Presidente del Estado S. del tolima al de la República

Manifestación

Autores
Identificador
859352
Fecha de publicación
1879
Lugar de producción
Neiva: Imprenta de Manizales, 1879
Idioma
español
Nota de edición
Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
Materias
  • Generalidades; Generalidades / Colecciones generales; Ciencias sociales; Ciencias sociales / Administración pública y ciencia militar
Notas
  • Dominio público
  • Tolima (Colombia)
  • l[\ Cf\ to () • ,\ ~ \l -t.. l -- \ ~ - • • ros onto o sta Señor-Los despachos telegráficos que han sido envia, dos por los señores Secretarios de 10 Interior i de Guerra ?:l Gobierno de este Estado, me imponen el deber de diri­JU'os el presente mensaje. Una :vez comprometida la palabra olioial del Gobierno del Tol](~a en los tratados ajustados en Natagaima, la buena fe 1 la honradez con que he tratado de oaracteri. zar la Administracion que he presidido, han hecho que to­~ os Dlis actos se dirijan a que ellos se cumplan fielmente l,a ?almar los espíritus escitados por los (¡Itimos aconte. CImientos. Al efeoto se han dictado en cumplimiento de lo pactado las providencias siguientes, que os demostrarán la lealtad con que se ha procedido. Se envi6 un comisionado caracterizado, el Coronel Gre. gorio Calderon, a los Prefectos de los Departamentos del Cen,tro i Norte, con instrucciones para que se cumplieran debidamente los compromisos contraidos por el Gobierno. Se disolvi6 i licenci6 la "Division L6pez" organizada en el Sur, que constaba de ochooientos hombres. Se les dieron los ausilios a los invasores, lo que ocasio' n6 un Qesem bolso considerable al Tesoro del Estado. Se escit6 a las Municipalidades para que solicitaran la reforma de la Constitucion. Se han nombrado Prefectos de los Departamentos para el pr6ximo año, a personas qne pertenecen a diferentes partidos i que por su honorabilidad, aptitudes i prece· dentes dan garantías a todos los ciudadanos. I se espera que todas las fuerzas revolucionarias que ha habido en el Estado depongan las armas, para declamr I'establecido el 6rden p(¡l>lico, rebajar el pié de fuerza al de tiempo de paz i entregar las armas nacionales que fué uno de los objetos del tratado. Os espresaré ahora el modo como los revolucionarios han cumplido sus deberes. El desarme no se hizo debidamente, pnes no se en ~re· garon todas las armas; un número considerable de ellas fué ~ustraido de la entrega. Por esta razon han quedado algunas partidas armadas en el centro del Estado que aún están en rebelion. Las fuerzas que en n(¡mero considerable comandaba el señor Julio Caicedo, no entregaron las armas. En el Departamento del Centro, que no se quiso ocu­pal' inmediatamente con las fuerzas del Gohierno para evitar toda causa de irritacion en los áuimos, hai algnnos distritos en que se ha centinuado desconociendo las au­toridades lejítimas, i al.6n ha habido necesidad de qne fuerzas del Gobierno se ocupen en restablecerlas. Eu el distrito de Ibagné apénas lleg6 el batallon nacio­nal, se rennieron los afectos a la revolucion con el objeto de nombrar autoridades revoluoionarias. En una palabra, se desconoce todavía el Gobierno i se le amenaza ostensiblemente con una nueva revolucion. Como no dudo que vuestro Gobierno tiene "sacto co· nocimiento de estos hecbos, no puede ocultar la estrañe· za que me han causado los reclamos del señor Secretario de lo Interior con los cuales parece que pretende iocul· par al Gobierno del Tolima por no haber cumplido con lo estipulado, fundándose en hecbos en que 6ste no ha tenido responsabilidad i que parecen tener mas bien el carácter de pretestos. Unos pocos ciudadanos dirijidos por nn individuo a quien se le signo causa criminal, cuyos datos podeis en· contrar en el n(¡met'o 201 de la Gaceta del Tolima, hacen cargos de atropellos i atentados cometidos por el Go· bierno ; pero no dicen los hechos en que consisten esos atentados ni por quiénes se ejecutan; uua vez que se es· pecifiqnen i sean ciertos se impedirá la repeticion. El carácter moral del Prefecto del Centro, J eoeral Azuero, es la mejor ~al'antía de que por sus fuerzas no so cometerán hechos Indebidos. • a o a lCa . Es posibl.e .que l?s ~d~oB que han quedado ocasionen algunas coliSIOnes mdlVlduales, que para evitarlas habria que mantener nn numeroso ejército; pero es precisameu­te en esa labor de calmar los áoimos eo la quo más mo he preocupado, i en la cual seguiré trabajando. Se pretende hacer responS!l.ble al Gobierno del Tolima por las opiniones individuales de una persona que aun. que notable, no es su ajente inmediato, espresadas dn una carta privada, que al ser aut6utica no ha podido conocer­se s!n cometer un ~e.cho punible por las leyes. SI a vos se os hICiera un cargo semejante, es seguro ql\e oficialmente no os ocupariais en contestarlo i haríais mui bien. ' Luego que se tnvo conocimiento de que una fuerza de Cundinamarca habia penetrado en el telTitorio del Toli­ma, se dió 6rden para que se disolviera. La órden fué co­m unicada i reiterada por postas, pues no os ocultaré que siendo casi la totalidad de los telegrafistas deoididamen­te hostiles al Gobierno del Estado, no puedo tener con­fianza en ellos. Ningun Estado necesita tanto de paz como 01 del To­lima para el desarrollo de su progreso i el planteamiento de la instruccion pública; en esta labor se interesan, con raras escepciones, todos los buenos ciudadanos. Mi hono­rable sucesor el señor J eneral Sántos, abriga sinoeras"in. tenciones de trabajar por la union de la familia liberai en el Estado, con la esperanza de que esta hecho contribuirá poderosamente a la conservacion de la tranquilidad. Con­venceos de qne solo las instigaciones de la capital de la Rep(¡blica i la esperanza de recibir apoyo de las fuerzas n!lciollales, han podido i podnin causar aquí una revolu­clOn. Elevaos, señor, sobre los intereses de los que se llaman vu~stros Bmigos adictos, i pensad;en qne la situacion del JlRIS es en estremo peligros~. Yo os aseguro que una nue,a revolucion en el Tolima causada con el apoyo directo o simulado de las fuerzas nacionales, ensangrentaria toda. la República. Habeis continuado prestándole con patri6tico interes vuestra atencion a las mejoras. materiales; no olvideis que vuestroN deseos i vuestras esperanzas de ligar vues­tro nombre a las empresas que se proyectan, quedal'jan frustrados con una nueva guerra. Podeis descansar sobre la sf'guridad de que a los qne di­rijen los negocios p(¡blioos en esta seccion de la Repú­blica, no los animan otros deseos que el bienestar del Estado, la union del partido liberal i la conservacion de la paz. Mui pronto dejaré de ser Presidente constitucional del Tolima ; escusadme, señor, que al retirarme de la escena pública i al despedirme oficialmente de vos, haga un so­lemne llamamiento a vuestro patriotismo i a vuestros deberes, para que empleeis vue&tras providencias como Majistrado i las influencias que os da vuestra posicion en la Rep(¡blica, para e\·itarle a este Estado, i con 61 a toda la N aeion, las calamidades do nna nueva guerra, llamamiento que os bago invooando vuestros anteoeden­tes i la grande i urjente necesidad de paz que tiene la Patria, tan desgraciada como digna de mejor suerte. En la concienoia pública está que vos podcis conservar la paz: debeis, pnes, hacerlo. V nestro atento servidor:i compatriota, IGNACIO MANRIQUE. Neiva, 12 de dioiembre.de 1870. Ciudadano Presidente de la República-Bogotá, • •• •
  • Mensaje de despedida del presidente del estado soberano del Tolima Ignacio Manrique, el cual tiene como fin informar a los ciudadanos el estado del orden público y darle la bienvenida a su sucesor.
  • Administración pública; Discursos presidenciales; Política y gobierno; Volantes
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