Manifestación

Autores

• Autor: Camacho, Enrique

Identificador

874071

Fecha de publicación

1879

Lugar de producción

Bogotá: Imprenta de Echeverría Hermanos, 1879

Idioma

español

Nota de edición

Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)

Materias

• Generalidades; Generalidades / Colecciones generales; Ciencias sociales; Ciencias sociales / Derecho

Notas

• Colombia
• Dominio público
• Lloraba ésta, amarga i desesperadamente la muerte reciente de su hija, cuando tan santo dolor fué interrumpido por llamamientos judiciales que emplazaban a quienes se creyeran con derecho a la herencia a presentárse dentro de treinta dias haciéndolo valer. Apremiada así la señora madre me llamó en mi calidád de abogado; me dijo que ella, Francisca Solórzano, era madre de la finada Sofía Sarmiento de Sarmiento i que si yo aceptaba el encargo, ponia en mis manos la defensa del derecho que pudiera tener a recojer la sucesion de su hija.
• Testamento; Derecho sucesorio; Demandas; Volantes
• 'U-S:I11~q PV-30 la noche del 20 ~l 21 de junio del año en curso, moria trájicamente en una casa de campo cente a esta ciudad la señora Sofía Sarmiento de Sarmiento, dejando un capital de alguna: magnitud que las leyes adjudican al único i universal heredero que ella tenia, su madre natural. Lloraba' ésta, amarga i desesperadamente la muerte reciente de su hija, cuando tan santo dolor " fué interr~~pido pOl' llamamien(tos judiciales que emplazaban a quienes se creyeran con derecho a la herencia a pr.esentárse dentro de treinta dias haciéndolo valer. Apremiada así la señora madre me llamó en mi calidád de abogado; me dijo que ella, Francisca Solórzano, era madre de la finada Sofía Sarmiento de Sarmiento i que si y6 aceptaba el encargo, ponia en",mis manos la defensa del derecho que pudiera tener a recojer la sucesion de su hija. Yo le hice las preguntas que juzgué conducentes, entre ' ellas la de si.la finada habia deiado . descendientes lejítimos' o h'ij'oi;! naturales; i como las respuestas que me diera formaran en mi concie"ncia la persuasion de la realidad de su p.erecho, acepté la defensa que se me encomendaba. Se me estendió poder por escritura púplica otorgada ante el Notario 1.° de este Circúito con febha 23 de julio de 1879 que en verdad es posterior en un mes a la que lijeramente se permitió el señQrEujenio Oastilla, Juez del Estado, consignar, no sé si inocentemente ó con arriere-pensée en una pieza j.udicial. Formulé la demanda , en reclamacion de la 4erencia, siendo de notarse que de las entidades e individuos que piden ésta, fué la señora Solórzano, la última persona que se presentó. Se contaba con que la señora madre de la finada dejaria desvanece!! su derecho guardando absoluto silencio, pero habló i su voz desbarató cálculos lisonjeros de interes, engañó esperanzas formadas, trastornó planes, disipó ilusiones: pasiones furiosas eittraron en activa ebullicion dejando escapar densos vapores que hoi forman la nube de calumnias que oscurece la atmósfera i que gravita sobre los espíritus. El interes herido se dió a las invenciones mas .monstruosas; especies que hielan de espanto se hicieron circ'ular; la I{lÍsma naturaleza humana fué calumniada;' se dijo..... ¡ qué horror 1. ... i qué la codicia

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