Que caiga la mascara

Manifestación

Autores
Identificador
855872
Fecha de publicación
1881
Lugar de producción
1881
Idioma
español
Nota de edición
Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
Materias
  • Generalidades; Generalidades / Colecciones generales; Ciencias sociales; Ciencias sociales / Derecho
Notas
  • Colombia
  • Dominio público
  • Acusaciones; Reclamaciones; Legítima defensa; Casos
  • Documento que describe las acusaciones al señores Antonio Vargas V. y José María Rojas G. sobre el manejo del Colegio San Bartolomé.
  • QUE CAIGA LA MASCARA. HS11Z55 .......................... . Cuando el hombre procede sin tener en cuenta que el resultado de SUEl acciones debe estar de acuerdo con los hechos que le sit'ven de fundamento; cuando hace aseveraciones que no se ajustan estrictamente a la verdad, ni a la rectitud de nobles sentimienntos, corre el peligro de ser calificado, en cuanto a lo primero,de imprudente, en cuanto a lo segundo, de calumniador i falsario. Tales son los calificativos que debe aplicársele al personafe protagonista, en el hecho que vamos. a esponer. Entremos en cuestiono No hai necesidad de ambajes. Necesario es que caiga la máscara del que pOI' tanto tiempo ha lominado dictatorialmente el Colejio de San Bartolomé; pero ántes, pongamos las bases sobre que debe levantarse el proceso. Lea el público, juzgue i lance su fallo. :::leñor doctor José María Sa:rn.per.-"l>resente. Mui respetable señor :-Encontrándome en el caso preciso de satisfacer debidamente los justos deseol¡ de mis con,discípulos i tambien en el de borrar completamente toda mala impresion que en ellos pueda desarrollarse, me permito dirijirme a usted mui respett;osamente para suplicarle se digne contestarme los puntos siguientes: ' 1.: S~ es ciert~ que .e1 dia 31 del i?eS qu~ ~nalizó ,ayer estuve en <:asa de usted en l~nion del jóven C!livo P, como a las siete de la nocbe p. m; 2. ~l es tamble~ Cierto que en ~ICh?" VisIta ~rate con wted el p.llnto correspond:ente a su maDlfestacion, cuando despues de baber leido usted la hOJa - protesta firmada por mí, 1 el Joven Cnst6bal Amador, dIJO, que yo no debiera baber dado tal protesta, supuesto que yo mismo habia d~chole al señor .doct~r Ric~1fdo B~cerr~, Secretari? de Instrucciou pú~~ic¡¡, q?e el señor doctor J?se María R6j~s G. fué quien in:flny6 con la comu. mdad de la Umv:ersldad, l. tamblen hecbome el dlscuno que pro~.uuCIe en dlas pa.sados ante el clUd~dano PreSidente de la República en presencia de aquella comumdad, habiendo hecho todo lo cual el doctor ROjas G. con las muas de que por el oroano respectivo lo nombrasen miembro del Consejo académico; C 3.° Si no tuvo usted la hidalguía de confesarme en presencia del ya mencionado jóven Olivo P que usted efectivamente habia dicho lo aseverado en el punto anterior, pero que confeiaba haber sufrido una equivocacion; i " , 4.° Si mé dijo usted, tambien, que quien le habia dicho, 10 espüesto en el punto segundo, habia sido el doctor Antonio Várgas V Rector del Colejio de San Bartolomé. ' Agradeceré de usted, señor doctor Samper, una pronta contestacion. Con sentimientos de distinguido respeto, me suscribo, de usted afectísimo servidor q. s. m. b. Su casa, abril 1,° de 1881. JUAN B. CORV ACRO P. Señor J. B. CorT'acho P.-Presente. l1uy señor mio :-En resp"uesta á la precedente de usted digo: . 1.0 Es cierto que, á virtud de ciertas palaLras que pronuncié al leel' una ja suscrita por usted y otro j6ven, fijada en una esquina, vino usted anoche á mi casa, en compafiía tambien de otro j6ven (á quien no conozco, como uo le conocia tí usted) á preguntarme mlly atentamente si era cierto lo expresado por mí. Al punto le dije tí lIsted: "que por uu lapsu~ lingue yo habia nombrado al señor Becerra, cuando con él no babia ha blado yo sino por referencia al señor doctor Antonio V árgas Vega." , 2.° Efectivamente dije ti usted: "que el señor doctor Várgas Vega e·m quien me habia afirmado lo relativo al discurso de usted, así como se lo habia dicho al señor Becerra"; y casi estoy seguro de que me añadió que se ]0 habia hecho saber al señor Presidente, por algun medio indirecto. Como despues oí en la calle una conversacíon sobre el mismo asunto y en el mismo sentido, no me quedó duda de que las afirmaciones del señor doctor Váro-as no eran un secreto ni requerian reserva de mi parte. Creo que con Cesta sencilla relacion 'dejo satisfecho el deseo de usted. Soy de usted muy atento j SI ~urU. servidor, JosÉ MARíA SAMPER. Su casa, abril 1.0 de 1881. ¿ Cuándo, en qué lugar i en qué tiempo le manifestam"'g al señor doctor Antonio Várgas V. que nuestro.discurso nronunciado al ciudadano Presldentr de la República en presencia le la comunidad de la Universidad nacional fuese hecho, ni inspira.uG ~iquierp', ;:or el emmentt dortor José María R6jas G. ~ i' uándo dijimos al mismo señor doctor Várgas V. que en virtud de influencias del doctor R6jas G. haoia tomado aquella comunida ~ :á. decision de suplica]' al ciudadano Presidente lo concerniente R. todas nuestras peticiones? Presente las pruebas, señor docto!' Várgas, porque si la ment.·'a dicha por quien quiera que sea es siempreun.actd inmoral, se convierte en uno bajo i miserable cuando el que hace uso de ~11a es el llamado por circunstancias especiales para dictar las máximas que deben dirijir la conducta de los jóvenes. \ En la crísis que atravesamos, vacilante como está la juventud, necesita de buenos ejemplos para que no se estravÍe de la senda de la moral. Si esto es así, ¿ cómo puetle calificarlle el proceder de aquellos que ántes que dar máximas saludables dan lecciones objetivas falsas, impostoras i llenas de felonía? El señor doctor Várgas que siempre ha hecho abierta oposicion a las enséñanzas filosóficas del apóstol del liberalismo, señor doctor José María R6jas G, por creerlas de poca consistencia, tanto en lo moral como en lo intelectual, es el mismo que hoi antepone en su línea de conducta la hipocres'ía a la franqueza, la malevolencia a la probidad, i mas aún, el cinismo a la dignidad de hombre. N o tanto por los móviles de resentimiento personal que nos inspira la conducta del. señor doctor V árgas, cuanto por el interes de que nos sentimos animados por la buena marcha del plantel en que recibimos educacion, nos permitimos suplicar mui respetuosamente a los honorables miembros del Consejo académico, fijen su atencion en este asunto, i adopten una resolucion concordante con las ideas de moralidad i de justicia, las únicas capaces de levantar el nivel de las enseñanzas universitarias. Bogotá, abril 2 de 1881. JU AN B. OORV AORO P.
Enlace permanente
https://www.cervantesvirtual.com/obra/que-caiga-la-mascara-855872
Enlaces

Exportar

  • RDF
  • JSON
  • BibTeX

Realizar otra búsqueda