Carta de la Presidencia de la Sociedad Central de San Vicente de Paul a Laureano García

Manifestación

Autores
Identificador
867777
Fecha de publicación
1906
Lugar de producción
Bogotá: Imprenta Nacional, 1906
Idioma
español
Nota de edición
Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
Materias
  • Ciencias sociales; Ciencias sociales / Problemas y servicios sociales - asociaciones
Notas
  • Bogotá (Colombia)
  • Dominio público
  • SOCIEDAD CENTRAL DE SAN VICENTE DE PAUL PRESIDENCIA G). Bogótá, 19 de~bre de 1906. L. U. Estimado sefí.or mío : La Sociedad Central de San Vicente de Paúl tiene el honor de dirigirse á usted con el fin de hacerle presente cuál es la situación que hoy atraviesa y las necesidades de carácter urgente que pesan sobre ella. Esta institu· ción, misericordiosamente fundada entre nosotros hace ya cincuenta afí.os, ha recibido día por día continuas y palpables muestras de la protección divina; y no tenien­do, como no tiene, fin ninguno distinto del alivio de los pobres, por amor de Nuestro Sefí.or Jesucristo, renueva constantemente su fe en la misericordia del Sefí.or, y an­helft'igualmente por que los medios de que haya de valer­se para llenar aquel objeto sean siempre, como hasta hoy, los que ensefí.a y suministra la caridad cristiana. Hízose visible para ·con la Sociedad ese favor de lo alto inspirando á muchas personas de noble corazón el · propósito, que cumplieron religiosamente, de ofrecer á la Sociedad donaciones y legados cuantiosos, como que al llegar más tarde la época de la última guerra, en que gran número de familias acomodadas vinieron á la po­breza y aumentó en proporciones no vistas antes la canti­dad de seres desvalidos, de viudas y de húerfanos, nues­tro instituto pudo, merced á aquellas munificencias, -2- atender á todas las necesidades de que tuvo noticia, sin que llegase el caso de que ningún peticionario viese des­atendidos sus ruegos por falta de recursos en la Socie­dad. Por el contrario, á medida que la miseria creció y en proporción de las necesidades, la Sociedad ex­tendió su esfera de acción y aumentó las cuntas perió­dicas, los auxilios extraordinarios y las pensiones per­manentes. Mas es claro que para poder cumplir con este deber tuvo necesidad de disponer, no ya de renb algu­na, sino de los mismos bienes donados, y así fue ven­diendo una á una todas las fincas que poseía en propie­dad y que no habían sido apropiadas al servicio de ninguno de los establecimientos fundados por la Socie­dad, de suerte que hoy carece ésta de todo ingreso y de todo recurso propio. Habiendo vuelto así, por secretos designios de Dios, á su primitiva pobreza, continúa su misión, segura de que no ha de faltar le la lluvia del cielo y de que nunca se pone el sol de la misericor!ia divina. La Sociedad socorre hoy cuatrocientas cincuenta fa· milias pobres; ampara gran número de niños huérfanos; sostiene una escuela; paga médicos para los enfermos, suministra medicinas, consultorio, etc. Todo esto deman· da un gasto mensual mínimo de $1f)0,000. De las perso­nas á quienes socorre por medio de la Sección Limosne· ra, la mayor parte, ó tienen asignada una pensión per­manente ó están en situación tan aflictiva que es casi imposible pensar en retirarles ó disminuirles el auxilio. No quiere, por lo demás, la Sociedad entrar ni á conside· rar lo que sería para esta nuestra ciudad de Bogotá una paralización en sus labores por falta de recursos. Y si á esto se agrega que cada día se presentan nue­vas solicitudes, que en cada período aumenta el número de socorros y de auxilios forzosos, aparece clara la nece­sidad en que estamos de allegar fondos que entren pe­riódicamente y á medida de las cuantiosas cuanto indis­pensables erogaciones. -3 La Sociedad ha contado siempre con una Sección especial, la Mendicante, destinada á aquel fin exclusiva­mente. Mas es lo cierto que el número de contribuyentes ha ido disminuyendo tanto que hoy la Sección está poco menos que paralizada. Y como esa Sección, por las can· sas apuntadas, tiene que ser el medio natural por donde la Sociedad viva y se sostenga, impulsar á la Sección Mendicante, apoyarla y mantenerla es contribuir de la manéra más eficaz á la existencia misma de la Sociedad. Baste por último hacer presente que nuestra obra, por especial favor de Dios, ostenta hoy el sello de una an­tigüedad verdaderamente extraordinaria entre nosotros, y que gracias á la perseverante labor de generaciones sucesivas su organización es tan perfecta, tan estricta la observancia de sus Estatutos, tan amplia su esfera de acción y tan concienzudos los esfuerzos que hace para acertar en cada caso particular, que seguramente las personas caritativas pueden estar satisfechas de la ma­nera como ella cumple los encargos que se le enco­miendan. Movida por estas razones, en presencia de una si­tuación que requiere rápida y eficaz solución, la Socie· dad implora la caridad de los buenos habitantes deBo· gotá, y yo en ~u nombre ruego á usted que se digne favorecerla con algún socorro, y si le fuere posible la honre inscribiéndose en el cuadro de sus contribuyen· tes con la suma periódica .que usted voluntariamente fije. Usted podrá determinar igualmente en este caso si le es preferible consignar su cuota mensualmente ó en cualquier otro período de tiempo. Y para facilitar á usted la consignación de aquella cuota, el. mismo socio que pondrá estas líneas en manos de usted, ó una per­sona nombrada al efecto por la Sociedad, se hará cargo de recibir, en las épocas por usted designadas, su carita­tiva ofrenda. No anticiparé yo á usted palabra alguna de agra- ', -4- decimiento, como que no es la gratitud de los hombres la que á ustéd recompensará con largueza infinita: serán las bendiciones del pobre, las lágrimas enjugadas, el hambre y la sed saciadas, la inocencia protegida, quie­nes clamarán al cielo para que pague aquella obra santa, aun desde esta vida, á usted, á su hogar, á toda su familia. De usted muy atento y seguro servidor, HERNA.NDO HOLGUIN Y CARO Socio encargado, Sr. D._·····-····-··-·····-·--------_:_-
  • Mediante esta carta la Sociedad Central de San Vicente de Paúl se dirige al señor Laureano García, para hacerle presente la situación y las necesidades de carácter urgente que pesan sobre esta institución. A la cabeza del título : Sociedad Central de San Vicente de Paúl.
  • Beneficencia; Correspondencia; Memorias; Sociedad de San Vicente de Paul
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